Perú espera con aparente calma la llegada de las primeras olas del tsunami, que arribarán sobre las 19 horas al norte del país, pasadas las 20 horas a Lima y sobre las 21 horas a la costa sur.
El Ministerio de Educación decretó el cierre de colegios que estén situados en zonas costeras y la Capitanía de Puertos ordenó la suspensión de las actividades en todos los puertos y caletas durante las próximas 48 horas.
El Instituto Nacional de Defensa Civil recomendó la evacuación de las poblaciones situadas a menos de 3 metros sobre el nivel del mar, ante la llegada de olas entre 1 y 2 metros de altura. Sin embargo, no existe todavía una orden de evacuación masiva a nivel nacional, a la espera de una nueva comparecencia pública del presidente Alan García para informar al país.
Perú reaccionó a la alerta de tsunami algo más tarde que sus vecinos. A las 10 y 20 de la mañana, Alan García, lanzó un mensaje de calma y pidió a la población estar al tanto de los medios de comunicación.
Sin embargo, las autoridades locales de las regiones comenzaron las evacuaciones preventivas. Tumbes será la primera región peruana en recibir las olas anómalas como consecuencia del terremoto de Japón. Los turísticos balnearios tumbesinos, como Punta Sal, comenzaron la evacuación, al igual que conocidas playas de la región de Piura como Máncora, según informó el diario El Comercio.
En la capital
En Lima, a partir de las 4 de la tarde se cerrará el acceso a la Costa Verde y a las playas capitalinas como medida de prevención ante la subida de las aguas, que se espera que no superen el metro de altura. Mientras, toda la flota pesquera del país, una de las más importantes del Pacífico, asegura sus embarcaciones en alta mar.
En el puerto del Callao, el distrito de la Punta y la bahía de Ancón, las zonas más vulnerables de la capital, comenzó una evacuación preventiva de la población que vive en primera línea de playa. Multitud de curiosos se acercaron a los acantilados limeños para observar el mar y los surfers no se privaron de correr las olas previas a la llegada del maremoto. En la costa limeña se divisa una gran cantidad de barcos y botes pesqueros, que se dirigen mar adentro. En el balneario de Asia, el más exclusivo de la provincia de Lima, se decretó el cierre de discotecas y restaurantes.
En otras zonas turísticas como la Bahía de Paracas, que en 2010 experimentó inundaciones ante la subida de las aguas tras el terremoto de Chile, se cerró el acceso de turistas a partir de las 2 de la tarde. Pisco, la ciudad costera que sufrió en 2007 el embate de un terremoto de 7,9 grados y un tsunami posterior, también se prepara para la evacuación de su distrito portuario, San Andrés.
En las playas turísticas de Arequipa, en el sur del país, se inició la evacuación de la población y los veraneantes. En 2001, el tsunami moderado posterior a un terremoto causó 32 muertos y 65 desaparecidos en el balneario de Camaná debido a que la población, al ver que se retiraba el mar, salió a las playas para recoger los peces y el marisco que quedó en la arena.
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